Cultura de paz y sana convivencia
La cultura de paz consiste en una serie de valores,
actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los
conflictos tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante
el diálogo y la negociación entre las personas, las naciones, teniendo en
cuenta un punto muy importante que son los derechos humanos, pero así mismo
respetándolos y teniéndolos en cuenta en esos tratados.
La sana convivencia nos hace crecer y nos proporciona
armonía como estudiantes, esta busca organizar ambientes armónicos,
coordinados, que los formen en las sanas costumbres evitando la violencia.
El objetivo de una sana convivencia es que valoremos a los
demás y saber que en la escuela tenemos la oportunidad de dar a conocer los
valores y costumbres, que aprendimos en nuestro hogar, y que con ellas podemos
ser sujetos capaces de compartir con nuestros compañeros, sin utilizar la
violencia sino en un ambiente de igualdad y solidaridad.
La sana convivencia los lleva a vivir los valores y les
permite desarrollarse como personas, aprender a convivir con los otros,
expresarse, dialogar, resolver las diferencias, saber trabajar y solidarizarse.
Valores que nos ayudan a tener una cultura de paz y una sana convivencia:
- La Justicia
- La Responsabilidad
- La Libertad
- La Empatía
- La Solidariad
- La Tolerancia
- El Respeto
- La Paz
- La Interculturalidad
- El Diálogo
Aspectos generales de la
convivencia:
La convivencia no es algo ajeno a
los centros, no podemos decir que históricamente no haya sido atendida, aunque
en la mayor parte de los casos, la atención que se ha prestado ha sido para
atajar situaciones de disrupción o violencia directa. Actualmente hay una
preocupación cada vez más manifiesta entre el profesorado por la indisciplina,
siendo conscientes de la necesidad de hacer un replanteamiento en los métodos
que tienen de enfrentarse a ella y de educar para su mejora; para esto, el
profesorado considera indispensable tener una formación específica, que
tuviese, dada su importancia, un carácter obligatorio para todos los docentes.
A pesar de reconocer la
importancia de abordar el tema como preferente, son pocos los centros que
contaban con un proyecto especifico de mejora de la convivencia, y es a partir
de su interés por formar parte de la Red de “Escuela: espacio de paz”, cuando
inician un trabajo de análisis y diagnóstico; esto ha sido un punto de partida para elaborar sus
proyectos de convivencia y aquellos
centros que lo tienen
elaborado han planteado de forma más
concreta y clara sus objetivos, centrándolos en su propia realidad y adecuando
las actividades a ellos. En todos los casos el formar parte de la Red EEP ha
supuesto una sistematización del trabajo que más o menos se venía realizando de
forma más esporádica.
La implicación de la comunidad,
ha sido una de las fases más importantes para garantizar el éxito de los
proyectos; por una parte hay que mencionar que la labor de losEquipos Directivos
es clave, ya que son los que favorecen y garantizan el trabajo sistemático y la
creación de la estructura organizativa y material necesaria para desarrollar un
proyecto, a esto hay que sumar la presencia de personas, organismos e
instituciones que con su asesoramiento y apoyo les fortalecen en su tarea
(Gabinete de Asesoramiento para la Convivencia, Equipo o Departamento de
Orientación, Inspección Educativa, Corporaciones locales, ONGs, Asociaciones,
etc.) . Por otra parte, hay que plantear el sentimiento por parte de los
docentes de que la implicación familiar en la vida escolar es escasa,
disminuyendo al aumentar la edad del alumno, y que la implicación del alumnado
depende de las facilidades que se le brinden para participar; éste participa si
hay estructuras formales que lo permitan, como pueden ser: patrullas de patio,
asamblea de delegados, alumno ayudante (Fernández, 2002), mediación escolar,
etc.
Medidas de participación del
alumnado, además de otras como la creación de protocolos de control de clase
(ausencias, disrupciones, seguimiento de normas, expulsiones), la creación y
establecimiento de estructuras funcionales como: el aula de convivencia, aula temporal de integración (ATI), aula
temporal de atención lingüística (ATAL),
reuniones periódicas informativas con la asociación de madres y
padres, programas de absentismo, etc.,
son eficaces para conseguir un buen clima de aula y de centro. En aquellos
centros donde se han puesto en marcha alguna de estas medidas reconocen
abiertamente que la situación ha mejorado. No obstante, nos encontramos con
grandes dificultades en algunas situaciones especiales, como pueden ser zonas
socialmente desfavorecidas, centros con gran absentismo, centros con elevado
número de inmigrantes o clases con concentración de alumnado especialmente
disruptivo, en estos casos, se considera indispensable una disminución de la
ratio que nos permita una atención
individual y grupal más directa, esto va a favorecer las buenas relaciones, y
por tanto una disminución del nivel de
conflictividad.
https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_la_paz http://escueladepadresymadresupz.blogspot.pe/2013/02/educar-en-valores-para-la-convivencia-y.html http://www.lasallebga.edu.co/web/index.php/publicaciones/351-la-sana-convivencia